lunes, 18 de mayo de 2009

Justicia para Junichi Sato y Toru Suzuki, exige Greenpeace




Dos activistas de Greenpece Japón se enfrentan a una persecución política por haber expuesto a la luz pública la corrupción en la industria ballenera japonesa, la cuál es financiada por los impuestos que pagan los contribuyentes japoneses.

La justicia se está desarrollando en Tokio de dos formas: un tribunal de Aomori, Japón, ha emitido una serie de reveses para la fiscalía en el juicio de Junichi Sato y Toru Suzuki (activistas conocidos como The Tokio Two o Los dos de Tokio), y el gobierno japonés sigue intentando encubrir el escándalo de malversación de fondos dentro de la industria ballenera.

En primer lugar, el tribunal ha dictaminado que las pruebas del escándalo de malversación de fondos no pueden ser excluidas. En segundo lugar, está la cuestión de si las acciones de Junichi y Toru están o no protegidas en virtud del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, lo cuál será discutido durante el juicio. En tercer lugar, el tribunal ha solicitado que el fiscal presente las declaraciones de testigos que pueden resultar cruciales para el caso.

El fiscal había intentado describir las acciones de Junichi y Toru como un simple caso de robo, para bloquear cualquier debate sobre la malversación de fondos.

Sin embargo, el tribunal se ha negado a aceptarlo, decidiendo que esta evidencia no puede ser excluida. Las pruebas detallan la corrupción dentro del programa gubernamental de cacería de ballenas en el Océano Austral, expuesta por Junichi y Toru.

Si son declarados culpables de robo, Junichi y Toru enfrentarían penas de hasta diez años de cárcel. Ellos extrajeron una caja de carne de ballena malversada de un depósito de correo el año pasado, y la presentaron a la Fiscalía de Tokio, que inmediatamente abrió una investigación sobre la corrupción en el programa gubernamental de caza de ballenas.

Sin embargo la investigación fue suspendida posteriormente. El mismo día en que se realizó una redada en la oficina de Greenpeace Japón, y Junichi y Toru fueron arrestados.

"El tribunal ha instado al fiscal a exhibir las pruebas que ha estado retrasando. Lo cual incluye las declaraciones hechas a la policía por el 'propietario' de la caja de carne de ballena interceptada; por varios individuos que supuestamente habían confiado su carne de ballena a él, y por un empleado de la flota ballenera, quien hizo los arreglos para el transporte del equipaje personal de la nave a sus hogares”.

"Queremos establecer que lo que Junichi y Toru hicieron fue corroborar la información proporcionada por los denunciantes en relación con la malversación de fondos dentro de la flota ballenera", dijo el abogado Yuichi Kaido, defensor de Toru y Junichi.

"Con la opinión del fiscal rechazada por los tribunales, hemos ganado el primer paso en este caso y la oportunidad de demostrar que hubo malversación de carne de ballena por parte de los empleados".

De hecho, parece que los intentos del fiscal para mantener a varios testigos en el escándalo de la carne de ballena fuera de la sala de audiencias y, por tanto, lejos de los ojos del público, ha hecho que los jueces se vuelvan más curiosos. ¿Quizá el fiscal lo hace porque sabe que la industria ballenera realmente tiene algo que ocultar?

"El gobierno esperaba enterrar este escándalo enviando a los denunciantes a juicio", dijo Jun Hoshikawa, Director Ejecutivo de Greenpeace Japón. "Sin embargo, como cada vez más pruebas de malversación de fondos salen a la luz publica, al final será la la caza de ballenas la que esté en juicio", finalizó.
— Greenpeace


Si Junichi Sato y Toru Suzuki han cometido un crimen al oponerse al escándalo y la corrupción del programa ballenero japonés, deberían arrestarme por apoyarlos.

Si van a comenzar a tomar prisioneros políticos por defender a las ballenas, van a necesitar arrestar a una inmensa cantidad de gente al rededor del planteta.

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